La dificultad radicó en cómo construir una marca que reflejara el prestigio y la exclusividad de las esmeraldas sin recurrir a clichés o a una estética demasiado recargada. La marca necesitaba transmitir elegancia, lujo y distinción, a la vez que conectara emocionalmente con los consumidores que buscaban algo más que una simple joya: una pieza atemporal, única y de alto valor.
Reto
El reto consistió en diseñar una identidad visual que combinara la sofisticación con la modernidad, utilizando un enfoque refinado y minimalista para posicionar la marca como un referente de lujo en el mercado de esmeraldas.
Solución
Desde el diseño, se logró crear una identidad visual que alcanzó el equilibrio perfecto entre sofisticación y modernidad. La marca se construyó utilizando una tipografía elegante y refinada, combinada con un enfoque minimalista. Este enfoque permitió que la marca se posicionara como un referente de lujo en el mercado, transmitiendo una imagen de prestigio sin perder la frescura y la relevancia que el mercado actual demanda.